Viajando con mis hijos
¡qué aburrimiento!
inventé este juego.
No sé quién se divirtió más,
si ellos, o yo.
(Si deseas las soluciones, pídelas en un comentario)
I
Más pequeño que tú y
que yo,
de nuestra mano
llegó.
Un día volverá la
vista atrás,
y de nuestra mano se
marchará.
II
Un árbol otoñal
Frutos de luz y color
Tronco y ramas de
metal.
III
Cuando llegas me
avisa.
Me sobresalta si
traes prisa.
Si alegre vienes, tú
lo alegras.
Si en silencio está,
me entristece la
soledad.
IV
Aquí estoy aunque no
me ves.
Te acompañaré allá
donde estés.
Te acaricio aunque no
me toques.
Te contagio mi
alegría,
mi tristeza y mi
melancolía.
V
Una moneda debe caer.
Dos equipos han de
luchar.
Sólo uno puede
vencer.
Cuatro manos a jugar.
Nadie mira el reloj,
pero llegó el final.
¡Qué mala pata! Otra
moneda ha de saltar.
VI
Más delgada que un
pino.
Tan larga como el
camino.
Os acompaño hasta
vuestro destino.
VII
No me puedes ver,
aunque sí tocar.
Te acompaño al
viajar,
y siempre te he de
proteger.
VIII
Cuatro caballeros
andantes,
un amigo perezoso,
una casa pequeñita
y dos ojos luminosos.
IX
Ni en invierno ni en
verano,
ni de día ni de
noche.
Nunca tengo frío,
Nunca estoy a oscuras.
Ni en invierno ni en
verano,
ni de día ni de
noche.
X
Casa, cama y cuna.
Sin techo bajo la
luna.
En primavera, alegre,
melódica, bulliciosa.
En invierno, triste,
sola, silenciosa.
XI
Si me quieres,
te he de querer.
Si me cuidas,
te doy de comer.
Si me matas,
te doy mesa y te doy
papel.
XII
Una máquina sin
igual.
A otras se atreve a
anular.
En todas partes
quiere estar,
y hasta a las
personas osa emular.
¡Váya un invento
infernal!
XIII
Un misterio para tí.
Un desafío y una
diversión para mí,
un desafío y una
diversión para ti.
Una pista en el
dibujo,
te acercará a la
solución del...
XIV
No es un libro,
pero está lleno de
hojas.
No es una película,
pero te cuenta un
historia.
No es un cuadro,
aunque dibuja las
cosas.
XV
Con esfuerzo está
mezclado.
De sudor, dicen, está
empapado.
Pan y sal siempre te
da,
también satisfacción
si lo sabes abrazar.
XVI
Tiene patas, pero no
anda.
Tiene brazos, pero no
abraza.
Tiene orejas, pero no
escucha.
No hace nada,
tan sólo descansa.
XVII
Un ayer perenne.
Una visión que se
queda,
retenida sobre la
mesa,
tras un cristal,
conmigo para siempre.
XVIII
Un barco tierra
adentro
sin viento, mástiles
ni velas.
Yo lo impulso,
y aunque se bambolea.
a ningún sitio me lleva
.
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